ENFERMEDADES AUTOINMUNES

¿qué es una enfermedad autoinmune? El sistema inmunológico está formado por una serie de células y órganos cuya principal función es la defensa de nuestro organismo frente a organismos patógenos, denominados antígenos. Gracias a dicha función, se le otorga la capacidad para diferenciar lo que sí es del propio cuerpo y lo ajeno. Cuando esta función se ve alterada, es decir, cuando el sistema inmune reconoce como ajeno a las células propias, estaríamos ante lo que conocemos como una enfermedad autoinmune .  En este caso, el organismo produce células de defensa, anticuerpos, que atacan a las células sanas de la persona que la padece.

Estudio sobre la prevalencia de las enfermedades autoinmunes Tras recopilar numerosos estudios en los que se recogían datos acerca la prevalencia de las principales enfermedades autoinmunes, hemos realizado este gráfico para reflejar la diferencia entre hombres y mujeres en cada una de estas patologías.

Las enfermedades autoinmunes pueden afectar a cualquier persona. Aun así, hay personas con mayor riesgo a padecerlas, como por ejemplo: - Sexo femenino: Más mujeres que hombres tienen enfermedades autoinmunes. - Edad fértil. - Personas con antecedentes familiares: Algunas enfermedades autoinmunes están presentes en la        familia, como lupus y esclerosis múltiple. Al heredar ciertos genes, es más probable que se tenga     una enfermedad autoinmune, y la combinación de estos genes con otros factores puede hacer que comience la enfermedad. - Exposiciones al ambiente: Algunos hechos pueden causar algunas enfermedades autoinmunes o empeorarlas, como por ejemplo, la luz solar, los químicos llamados solventes y las infecciones virales y bacterianas. - Personas de ciertas razas o con ciertos  antepasados étnicos: Algunas enfermedades autoinmunes son más comunes o afectan a ciertos grupos de personas con más gravedad. Por ejemplo, la...

La Enfermedad de Kawasaki supone una vasculitis, es decir, una inflamación generalizada de las paredes de los vasos sanguíneos. Suele afectar más a las arterias coronarias que se encargan de suministrar sangre al miocardio (músculo cardíaco). Supone una enfermedad rara, y al mismo tiempo autoinmune, que se da, mayoritariamente, en niños y niñas menores de cinco años. Inicialmente aparece como un cuadro de fiebre que no responde a antibióticos. Además, es una de las causas principales de enfermedad cardiaca en niños que viven en países desarrollados (como, por ejemplo, Japón o Corea). Si el pronóstico empeora, la Enfermedad de Kawasaki podría llegar a provocar miocarditis (inflamación del miocardio) o, incluso, problemas en las válvulas cardíacas. Síntomas A día de hoy, se conocen concretamente cuáles pueden ser las causas de esta patología (aunque se sospecha que puede ser adquirido genéticamente), pero se sabe que algunos de los síntomas que se manifiestan como consecuencia s...

En sí, no existe una prueba específica para poder detectar o diagnosticar la Enfermedad de Kawasaki, lo que conduce a tener que ir descartando enfermedades que puedan ser similares a esta patología. Para poder llevarlo a cabo, se realizará un examen físico y se realizarán diversas pruebas entre las que destacamos: Análisis de sangre: indicativo del recuento de glóbulos blancos (que puede que su nivel esté elevado) y la presencia de anemia, que serían signos indicativos de la presencia de la Enfermedad de Kawasaki. Análisis de orina. Electrocardiograma. Además, resulta de gran importancia fijarnos en otro tipo de datos que nos puede proporcionar el organismo de una persona que padece esta enfermedad, como pueden ser: - Cambios en las extremidades. - Modificaciones en los labios y en la mucosa oral. - Adenopatía cervical de más de 1'5 cm de diámetro. - Etc.

El tratamiento para esta enfermedad se iniciará lo antes posible para reducir el riesgo de complicaciones, es decir, tras la aparición de signos y síntomas.   El tratamiento inicial tiene como objetivo bajar la fiebre y la inflamación y prevenir el daño cardíaco, y para ello se prescribe lo siguiente: -           Gammagloblulina: Consiste en la infusión de esta proteína inmune de manera intravenosa para disminuir el riesgo de problemas de la arteria coronaria. -           Aspirina: Dosis altas ayudan a tratar la inflamación, aliviar el dolor y también a reducir la fiebre. A la vez, es un gran anticoagulante. El niño deberá interrumpir la toma de aspirina si padece de gripe o varicela. Debido a los riesgos de complicaciones graves, el tratamiento inicial generalmente se administra en un hospital. Tras el tratamiento inicial, es decir, una vez el niño ya no tenga fie...